Elecciones en Deportivo Cuenca, deseadas como nunca

elecciones Deportivo Cuenca

Resultados negativos, fruto de malas administraciones, provocaron que el temor de volver a la serie B, regrese a Cuenca 19 años después. Sin embargo, las elecciones en Deportivo Cuenca y el histórico e inédito deseo de tres listas por hacerse cargo, parecerían ser la salvación de un club que meses atrás, debido a sus deudas, estaba destinado a desaparecer.

Con una ciudad e hinchada constantemente admirada, resulta contradictorio que el representante de la tercera de la ciudad del país, no cuente con un equipo competitivo, debiendo anualmente conformar una plantilla con: jugadores cerca del retiro, búsqueda de fogueo, o lo que el resto no contrató.

DINERO, LO QUE NECESITA DEPORTIVO CUENCA

En realidad, varios hinchas piensan así; la llegada de un salvador que llegue y ponga la plata necesaria para acabar con los problemas, sin embargo, cabe recordar que, bajo la presidencia de un mecenas en el año 2005, el equipo generó su mayor brecha económica.

Contratación en exceso, salarios muy altos, debido al poder económico, condenaron a un equipo que nunca más pudo encontrar tranquilidad, incluso en 2014, con la promesa de terminar con las deudas, vendió el complejo deportivo de Patamarca, su único patrimonio de aquel entonces, de un club que en ocasiones tan solo ha sido plataforma política.

Marketing efectivo, eliminar las deudas, un equipo competitivo, construcción de un estadio propio, venta de jugadores, fueron algunas de las ofertas de: Julio León, Fernando Muñoz, Hermel López, Galo Cárdenas, Fausto Carvallo, Claudio Peñaherrera, ex presidentes de la institución. Ninguno pudo cumplirlo a cabalidad.

En 2020, son tres las listas en busca de la presidencia o gerenciamiento, sin embargo, todas tienen el estigma de incluir personas que ya estuvieron vinculadas al club.

Los proyectos a largo plazo son el eje de cada una de ellas. Independientemente de la ganadora, es complicado pensar en su cumplimiento.

¿La razón?

¡Simple!

Ante los primeros resultados negativos, la hinchada presionará la salida del técnico o la directiva, el último caso de despido a Paúl Vélez que hoy triunfa en Macará, es un claro ejemplo.

Entonces ¿Los proyectos sirven?

Sí, para no ir lejos, Independiente del Valle es la prueba de ello. Ver al fútbol como un negocio y servirse de él, no es pecado, por ello sorprende que en múltiples ocasiones el: “aunque la familia no nos apoya, estamos aquí por amor al club ya que no cobramos sueldo”, se repita. Nadie trabaja a cambio de nada.

El 24 de septiembre, el socio, en nombre de la hinchada, en las elecciones de Deportivo Cuenca, tendrá la oportunidad de decidir el futuro del club, que, en la actualidad, parecen ser el salvavidas de una crisis tanto futbolística como económica.